Pido la música y la palabra
Abrid las puertas del cielo, que llega para tocar, el maestro Colmenero. Abridlas de par en par y dejadle el mejor sitio en la orquesta celestial. Hace veintidós años que nos dejó uno de los mejores instrumentistas de trompa del mundo. Mucho más valorado internacionalmente que aquí en España. Quizá haya sido su cercanía y sencillez la que de alguna forma haya obstaculizado su valoración. Siempre encontraba la forma de volver a su pueblo, Jamilena, y ha redoblado esfuerzos para engrandecerlo con su música. El genial director Sergiu Celibidache, comentó que España puede estar orgullosa de tener uno de los mejores trompas del mundo. Incluso llegó a besarle las manos después de una de sus actuaciones. Y Zubin Mehta escribió: “Algo hubo, sí, extraordinario, el solo de trompa de auténtico “divo” por sonido, seguridad, fraseo y valentía”. Después de comprobar cómo encumbramos a tantos mediocres, creo que es justo hablar de las personas que realmente se lo merecen. ¡Cómo no ensalzar a quien es recordado como “el Casals de la trompa”! Pero para él uno de sus mejores logros fue poner la semilla para que fructificara una banda espectacular. Miguel Ángel Colmenero Garrido, maestro, por siempre.