Periodismo a la carta

Tan acostumbrados que nos tienen a los pactos, no hay borrego sin pastor ni pasto. Claro, cuando llegas a casa tarde y costándote abrir la puerta, te jode que te pregunten que cómo te lo has pasado, cariño. Pues muy mal. Vengo agobiado y rallado porque es que yo pensaba y creía, pero deja que me tire al sofá, que hoy duermo con los cojines, roncando como leñador vasco cabreado; no de los que llevan maletines de billetes y “wasapean” con las Jéssicas y concubinas. El hecho es que el espléndido de Patxi López, que pasó de rebelde sin causa a ofendidito con altavoz, así como la camarilla de Montero, Bolaños y Puente, se molestan si en la ruedas de prensa les preguntan cosas. Ojo, que no les contestan, como mucho les obvian explícitamente. Para tacharlos de fachas, fascistas y nazis... por cuestionar aquello que incomoda. Por ejemplo, el por qué despilfarran dinero público en sus fiestas y vicios. Mejor matar al mensajero. Recientemente han tachado de antipatriota a Alandete por hacer una pregunta a Trump. Qué osadía preguntar algo fuera del guión socialista, que Dios lo perdone e indulte, cual independentista asociado.