Peor que las fieras

Las imágenes bélicas dirigidas y vistas en televisión se asemejan a la ciencia ficción de los ataques a Irak, o a la diversión de arrasar, con napalm a un pueblo vietnamita (“Apocalipsis” ¿de cine?) que a la terrorífica realidad. Pero mientras haya sensación de lejanía y de irrealidad nos podremos centrar en lo cotidiano. Una generación sin problemas, pensábamos. Y ocurre que llega la pandemia. ¡Eso sí es real! Y, sin finalizar ésta, unos energúmenos atacan a machetazos a miembros de otras bandas afines. En Madrid, bueno. El resto del país todavía puede relajarse... Pero, es un no parar de violencias: a las machistas, se le unen las familiares. Ese niño de quince años que mata a tiros a su familia porque lo castigan sin internet... Y, por si fuera poco, los rusos (con los chinos) y norteamericanos nos van a involucrar en un conflicto en el que los españoles sólo vamos de comparsa. ¿Cogemos las armas para defender los intereses del poder económico y estratégico de unos políticos con ansias imperialistas? Si Hobbes y Rouseau vivieran seguramente seguirían discutiendo sobre las causas de la maldad humana: el hombre que “es un lobo para el hombre”, o la sociedad que lo envilece. Pero el resultado sería el mismo: Muerte, violencia y terror. Peor que las fieras.