Pelillos a la mar o gobierna otro

Pues sí, esta es la propuesta del amado líder, perdóname, si no viene el coco. Me parece que alguien no cree en la Democracia y se ha empeñado en llevar a sus iguales al mismo pensamiento atroz. No lo digo porque quien suscribe prefiera a unos sobre otros, para mí ya se descubrieron todos dañinos, ya no digamos para mi provincia. En política, si de algo se vive, es de la confianza que todos depositamos en quien lleva el mando, y con sentencias condenatorias firmes o no, cuando aquella quiebra por acción o por culpa in vigilando —ya veremos si será una u otra—, acudir al miedo a que venga a gobernar el partido de signo diferente, deja mucho que desear. Nos pide, comparecencia tras comparecencia presidencial, superar el sapo y la vileza, sin asumir ni una sola responsabilidad política, pues afirma que o yo o la nada. Con ello da la razón a los que hablan de bolivarización. Señor presidente, creo que el imperio de la Ley no es su fuerte, ya me lo demostró con aquel dedazo Colce. El miedo le valdrá un tiempo, pero dejará un solar para los socialistas de futuro, que no podrán aprovechar los mismos fallos que por seguro los azules siempre repiten, a su Congreso me remito.