Partidos políticos

04 ene 2019 / 11:38 H.

Parece ser que hemos entrado definitivamente en la muerte de la prepotencia del partido único y en el nacimiento del relativismo partidista, esto es, la aparición de varios partidos en competición, en términos de igualdad. Estamos en nuevos tiempos de populismos renacidos, de nuevos fascismos, de inmigración masiva, de xenofobia, de pobreza, de machismos, de calentamiento global y, en general, de una profunda sensación de catástrofe cercana sin que los partidos políticos, clásicos y menos clásicos, hayan sabido ofrecer soluciones adecuadas. A todo lo que hacen les guía un tacticismo electoral que resulta pernicioso para la resolución de los problemas reales. Ahí tenemos a Vox, cuyas soluciones a estos problemas pasan por llevarnos a la casilla de salida, a retrotraernos en el tiempo, como si ello fuera lo adecuado. Nos resultan cómodas sus soluciones porque ya las vivimos y las hemos conocido, lo que nos da seguridad. El resto de los partidos someten las soluciones al logro de puestos de poder y a su conservación, auténtica finalidad de la política. Por eso nos dejan insatisfechos. Da la sensación de que los políticos andan a lo suyo y nosotros a lo nuestro. No nos atrae dar a un solo partido toda nuestra confianza. Pues eso.