¡Pardiez! con la RAE

Caracoles! la que ha liado la Real Academia Española, que limpia, fija pero ¿da esplendor al Diccionario? Porque limpiando, limpiando, ha metido en él su manaza o manota y se ha quitado de enmedio, por arte de birlibirloque, palabras tan normales como churruscarse, vencido, pilluelo o despacito (la canción de los siete récords Guinness). ¿Será culpa de algún adoctrinado por algún zorruelo con ínfulas? Pues parece que podemos darnos por follados (perdón por el término adoptado, que es feote pero descriptivo con otra acepción) pues creo que las decisiones tienen más que ver con la frase de Ludwig Wittgenstein “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”... que se entiende aún mejor si vemos que para compensar tan terribilísimo contubernio, tales rufiancetes han decidido añadir, entre otras palabras, perreo, machirulo, chundachunda, criptonita, vacunólogo, emergenciólogo, eurofan, complejización, cortapega, supremacista, narcocorrido, cisgénero, webinario, chuche...está claro que, como dijo Confucio, “el lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud”, pero de momento lo dicho, démosnos por f... (*) Nota: Todas las palabras en itálica de esta columna las ha quitado últimamente la RAE de nuestro Diccionario de la lengua española.