Paisaje de junio

Jaén es un jardín de sensaciones, de aromas, de texturas, de sabores... es una fuente que alegre canta y canta. Junio viene a poner la melodía pintando de rosales la alameda, hay un verso infinito en la alta cumbre que ha llenado a Jaén de luces nuevas. Un estruendo azul danza en el cielo y de charcos se visten sus aceras. El susurro que vuelve en un momento a acariciar las torres, a cubrir con sus gotas los jardines, lágrimas de agua fresca en los cristales, llanto en Jaén de lluvia pasajera. Junio se despertó en el azul la primera mañana, abrió sus ojos al nacer el día y sintió en el latir de sus campanas el sueño que la vida le traía. Jaén es un poema en el amanecer de sus rincones, la danza que despierta en sus pisadas, y junio le regala la alborada de trinos sonorosos, de luz, de incienso, de alegres campanitas que anuncian la llegada de Dios que se ha hecho Pan de Eucaristía, de su dulce Presencia y hay un sentir de aromas en el fondo del alma, junio nos trae al Amor de los Amores por las calles y plazas, Jaén es un altar donde se posa el Dios de la ternura, es un espacio donde la vida empieza. Jaén siente en su alma una sonrisa en la pequeña imagen venerada de la excelsa Señora que una noche de junio vino a Jaén a socorrer las penas, a consolar, y hablarnos de esperanza. Esa luz pequeñita que en Jaén es cantar y es emoción, la reina Inmaculada, la patrona bendita, que quiso ser jiennense por la Gracia de Dios. Virgen de la Capilla, azucena que aroma el Santo Reino, eres la clara aurora enamorada de esta tierra que amparas y bendices, que llevas de la mano cada día, y en medio de Jaén eres la flor del Cielo, orgullo del jiennense que reza ante tu altar. Junio vuelve a sonar en medio de la gente, vuelve a hollar con sus pies la tierra de olivares, los jardines, las torres... Junio se despertó cuando aún mayo soñaba y en Jaén se escuchó su melodía, esa danza que cantan los claveles tras las rejas que guardan las ventanas, un año más se derramó el aroma y un año más despertó su fragancia. Un cielo azul sobre Jaén como en una acuarela con blancas nubes o grises nubarrones que pregonan la lluvia deseada. Junio volvió a la tierra, volvió a Jaén con su paisaje de noches estrelladas.