Pacto y retracto

Mercadeo de sillones. Pactos contra natura. Programas electorales señuelo para votantes, que se convierten en papel mojado a la hora del acuerdo, del que, si te vi, no me acuerdo. Donde dije digo... me miro el ombligo. Propuestas de alternar dos años de políticos de alterne. Líneas rojas que se traspasan en coche oficial. Alcaldes de principios marxistas, pero de Groucho: si no te gustan estos, tengo otros. Del bipartidismo al penta-encaje de bolillos, encaje de intereses, aunque no encaje con los intereses del votante. Cambio dos sillones por cartera en provincias, interesados, traer pinza en la nariz. Unos son casta, otros comienzan siendo castizos y acabarán por no ser castos, ¡tanto ménage à trois! Demasiados descastados. Matrimonios de conveniencia con separación de carteras. Capitulaciones matrimoniales que incluyen los papeles del divorcio envueltos en moción de censura. Devuélveme el rosario de mi madre y quédate con todo lo... “bailao”. Pobres madres, sin culpa y tan recordadas. Y la burocracia de partido que se come a los que valen. Electos que no pueden ser profetas en su tierra pues profesan una religión de brahmanes. Les salpica el sistema. Demasiado mérito los vocacionales con pocos cromos. Y el álbum lo pagamos todos.