Otras Navidades

22 dic 2022 / 15:46 H.
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Nos hemos acostumbrado a compartimentar la vida personal y de las sociedades en fechas y acontecimientos, que organizan y confieren certezas, alejando o escondiendo las incertidumbres o poco sentido que a veces enreda la existencia. En nuestra tradición, los días señalados por excelencia son las Navidades. Otra vez están aquí y la atmósfera se llena de buenos deseos, de paz?, prosperidad y solidaridad, parece que están pensadas para aclarar la vida y expresarla como un compendio de amor familiar y compañerismo que eliminan inquietudes y nos cargan de energía para el año venidero. Aunque también, los recuerdos pueden herirnos como una puñalada cuando evocamos las pérdidas, las deserciones y los olvidos en que a menudo se convierte la vida.

Son las Navidades alegría y fraternidad, pero pueden envolvernos también en la tristeza o la nostalgia. La convención social las señala asimismo como
un tiempo de recapitulación, que a los que nos comprometemos a expresar una humilde opinión no nos puede pasar
desapercibida. Recapitulando sobre la espuma de lo que nos pasa, más allá
del fragor y los discursos de enfrentamiento, cuando no de odio que ofrece la política vista desde Madrid, me gustaría detenerme, con moderación, en algunas actuaciones que nos influyen en los asuntos locales.

La primera es la buena nueva sobre la decisión del Gobierno de ubicar en Jaén el Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación Cetedex, que será un revulsivo económico y técnico para la provincia, tanto por el empleo esperado, por la industria auxiliar que procurará y por el impulso al Campus Tecnológico de la Universidad de Jaén. Es una gran noticia que palía el mal trago de la adjudicación del Colce a la provincia de Córdoba. Justo es que las críticas de entonces sean parabienes ahora.

Pero también me pregunto, ¿Qué pasa con el tranvía de la capital? Hace once años se acabó su construcción y una decisión política impidió su puesta en marcha, en un escandaloso monumento al desacuerdo tras ciento veinte millones de inversión. Paradójicamente lo que se pensó para agilizar el transporte urbano, es ahora un triste y caótico aparcamiento ocupando la principal arteria de la ciudad.

Hace cinco años exactamente el Rey inauguró el Museo de Arte Íbero, un magnífico edificio convertido en un contenedor que espera Fondos para su colección permanente y una mayor atención a las Exposiciones Temporales; hubo también un compromiso para incluirlo en la Red Nacional de Museos, pero ahora languidece entre alguna que otra declaración sin tener gran contenido y lejos el gran museo que se diseñó. ¿Cuántas Navidades más tendrán que pasar para que estas cuestiones se desbloqueen?. Precisamente el Cetedex demuestra que con buena voluntad política y capacidad de rectificación, hay premura en los proyectos. Practiquemos la rectificación además de los deseos de paz. Por todo esto, es precisa la buena voluntad en estas Navidades y que hoy, “día de la salud”, la Fortuna reparta suertes.

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