Otra vez los tanques

Allá por la década de los sesenta del siglo pasado, más concretamente año 1968, hay imágenes que aún siguen vivas en mi memoria. Los tanques soviéticos invadieron Checoslovaquia, poniendo fin a la Primavera de Praga, fueron ocho meses en los que se intentó construir un socialismo en libertad, pretendiendo huir de la dictadura comunista. Está claro que lo de los tanques es una fórmula que llevan grabada en el ADN los poderes totalitarios, sean del color que sean. En aquellos años la sociedad checoslovaca solo quería democratizar el socialismo, en el mes de enero de ese año, entre otros, se estableció la libertad de expresión. Esa es precisamente una de las libertades que ha abolido, en Rusia, el señor Putin, ese indeseable que mediante planteamientos impresentables ha tomado la decisión de invadir Ucrania, un país libre e independiente que no quiere someterse al juego sucio del dictador ruso carente de principios y no digamos valores humanos. Esos valores de los que si puede presumir el presidente Zelenski, valores personales que son ejemplo claro de la valentía de un pueblo, el ucraniano, masacrado y castigado impunemente con una crueldad inconcebible, precisamente por defender su libertad.