Otoño sin salida

    28 ago 2022 / 16:00 H.
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    Un texto clásico de la ciencia económica, salida, voz y lealtad, de Albert Hirschman intenta entender porque nuestras instituciones, familias y formas sociales complejas, donde nos organizamos para vivir, están en un proceso de constante ruptura y quiebra y donde las soluciones son siempre equivocadas; porque los que toman las decisiones no tienen repercusión en ellos. O toca gritar o esperar a que alguien piense que nos tenemos que cuidar. Esto lleva a la idea de que no hay futuro o que todo tiene solución. Y lo que nos está pasando a nivel local y global, que generalmente eran ámbitos separados, es que el desastre está anunciado y las soluciones planteadas. No es cuestión de ser optimistas o pesimistas, sino de entender que la acción es salir de este estado en el que estamos. El problema es, como ya había detectado Hirschman, que en este proceso de salida mucha gente se quedará fuera, unos por voluntad propia y otros por imposición. Y, entonces, es cuando el sistema se quebrará hasta dejar atrás a gente que son necesarias. Por si aún no se han dado cuenta, les diré que todo el rato he estado hablando de los efectos de la subida del precio del gas, la electricidad y el gasoil. ¿O acaso somos tan ingenuos como para creer que hay alguien que tenga la solución para este desastre?

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