Olvido navideño

Jaén se vuelve a iluminar bajo el escudo de eso que llaman espíritu navideño. Volvemos a llenar las calles y las redes sociales con estampas para el recuerdo del final de este 2023. Un año más, vestimos nuestra cara con un gesto de simpatía y la adornamos con una sonrisa que dedicamos a toda aquella persona que se cruza en nuestro camino. Jaén se prepara para las fiestas de Navidad. Y envueltos en esta aura de festividad fingimos que la vida va bien, que nuestras preocupaciones son parte del pasado, que la luz no es un lujo, que la compra diaria es factible, que nuestros mayores llegan a final de mes, que nuestros sueldos nos permiten respirar después de pagar facturas y nos dan permiso para ahorrar y no afrontar el futuro próximo con el miedo de no poder afrontar los gastos mínimos. Jaén se tira a la calle para disfrutar de unas fiestas que llaman familiares y que en algún momento convertimos en consumo puro y duro. Aunque nos alcance la nostalgia de aquellas personas que nos faltan, no podemos olvidar que es Navidad y, por lo tanto, está casi prohibido pensar en la realidad, esa que nos oprime y nos ningunea, esa que deja en el olvido a Jaén y sus habitantes; esa realidad que nos trae de cabeza y que arreglamos con una cerveza. Las fiestas pasarán y volveremos a ver la miseria en la estamos sumidos.