Obleas y “Mon cheri”

    10 ene 2020 / 08:47 H.
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    La santificación del alma se puede conseguir con una oblea para hacer alfajor casero y la ingestión de un “Mon cheri”, con su licorcito dulce y de buen sabor. Vamos calentando los pecados tras la misa del Gallo, que el año se acabó y hay que redimir la penitencia de ser pobre de la mejor de las maneras. Tener fe es el eje fundamental en el equilibrio de cada despertar, con la libertad de creer a pies juntillas en aquello que nos da seguridad aportándonos longevidad a nuestro bolsillo para que estire lo máximo, podamos pagar los gastos de las hipotecas para que no nos desahucien y que el fin de mes no suponga perder el sueño de no tener que hacer números de todos los colores, y no solo rojos. La pureza del alma es inquebrantable, los actos de fe los elegimos nosotros con pasos transcendentales que requieren un total conocimiento de la meta sabiendo que los impuestos crecen como champiñones y la banca siempre gana. Un mal rato lo pasa cualquiera, incluso tomando oralmente símbolos que se pueden sustituir, lo importante es que su tamaño no sea excesivo y que no tengamos que comulgar con ruedas de molino para seguir levitando en todos los salmos que la economía nos quiera remodelar.

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