Números que nos duelen

En Gaza la muerte se cuenta por decenas de miles. Según datos de la ONU, más de 60.000 personas palestinas han sido asesinadas desde que Israel lanzó su ofensiva genocida. Para entender la magnitud del horror, imaginemos que en una sola noche desapareciera toda la población de Linares, que ronda precisamente esas 60.000 personas. Como si el malvado mutante Thanos hubiera chasqueado los dedos. Pero no es ficción, no es Marvel: se llama Netanyahu y su Gobierno ha decidido arrasar un pueblo entero con la complicidad silenciosa de buena parte del mundo. Imagínate pasear una Andújar desierta. Piensa en toda la población de Úbeda y que desaparezcan. Pues si unimos toda la población de Andújar y Úbeda llegaríamos a sumar las decenas de miles de personas asesinadas. Y hablamos de niñas, de niños, de mujeres, de personas mayores, de familias enteras cuyo único “delito” fue nacer en Palestina. No podemos normalizar el genocidio y no podemos aceptar que el mundo siga mirando a otro lado. Defender Palestina es defender la vida, la dignidad y el derecho de cualquier pueblo a existir. El silencio nos hace cómplices; la solidaridad, en cambio, nos mantiene humanos.