Nuevo año

Teniendo en cuenta que un servidor supera el medio siglo de vida, es comprensible pensar que la ilusión en la víspera del día de Reyes haya desaparecido, si bien aún queda dentro de mí esa parte de niño que hacía de este día algo realmente especial. Aprovechando pues este resquicio, me voy a animar y voy a pedir, no sé si a los Reyes de Oriente, al Presidente del Gobierno, o a alguien incluso que no sé si existirá, cosas que me harían feliz. Por supuesto que lo primero que pediría para 2020 sería salud, y de camino pediría una mejora en la sanidad pública a nivel de personal. El éxodo de profesionales de la medicina a clínicas privadas es cada vez mayor y ello repercute en la situación actual. Pediría más y mejores infraestructuras para nuestra marginada provincia. No podemos llenarnos la boca pregonando sus encantos, cuando es muy difícil acceder a ella, sobre todo, si la comparamos con otras provincias vecinas. De paso, pediría tejido industrial para que la economía no dependa tanto del olivar ni del funcionariado que sobre todo en la capital, mantiene gran parte de nuestra economía. Y como no he sido un niño bueno, puesto que de niño ya tengo poco, no voy a pedir más, pero que peticiones, tengo, y muchas para 2020.