Nuestro parador

    25 sep 2020 / 16:10 H.
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    Jaén, de cara a los turistas que nos han visitado este verano, procediendo en su mayoría del interior de nuestro país por las razones sobradamente conocidas, ha dejado imágenes altamente edificantes. En larga y pausada cena con mi primo Miguel Ángel, que aunque nacido en esta tierra, llevaba muchísimos años sin pisarla, siendo persona como se dice por estos lares “muy viajada”, comentamos el ambientazo de gente joven que se veía por el centro, principalmente a las horas en las que el sol dejaba de castigar nuestras calles. Un bullicio y un trasiego que nos hacía recordar tiempos mejores. Me comentó que su estancia en el parador estaba siendo una experiencia altamente recomendable. Que las vistas impresionan, que la cocina muy buena, que la zona de la piscina no puede ser más hermosa con la torre del homenaje sirviendo de sombrilla de lujo, con unas estancias y una pulcritud que pueden competir con el mejor de los lugares; en definitiva, todo fueron parabienes.

    También comentó que le indicaron empleados del mismo, que el mes de agosto había sido magnífico, con un altísimo grado de ocupación. Concluimos que una joya de este tipo puede ser un punto de partida muy potente para atraer turismo de calidad. Uno de los programas de televisión que poseen mayor cuota de pantalla y que se sigue en muchos lugares del planeta, como es el concurso Masterchef Celebrity, inauguró hace unos días la actual temporada desde nuestro parador. Las imágenes que se nos ofreció a vista de pájaro de nuestro Castillo y que están recorriendo el mundo, fueron sencillamente espectaculares, levantándonos el orgullo patrio que tan olvidado tenemos últimamente.

    Preciosas vistas de esa estrecha cresta del cerro de Santa Catalina, con nuestro Castillo centenario asemejándose a un lagarto tumbado al sol, con esos pinares que cuando se repoblaron hace menos de un siglo, tuvieron la misión de ocultar las piedras del cerro que servían de espejo a los rabiosos rayos de sol que hacían hervir nuestras casas, y que hoy en día además de evitar ese reflejo, embellecen nuestra ciudad como un enorme pulmón verde que emana aire y frescor. Según se escucha por los mentideros de la ciudad, el programa se grabó a mediados de mayo recién salidos del confinamiento, encontrándose aún en ERTE los empleados, siendo contratados para un solo día. Al parecer el programa lo pagaba la red de Paradores y en principio se iba a realizar en el parador de Toledo, pero por los problemas que puso el mencionado establecimiento para poder ponerlo en marcha para un solo día, el director de la red de Paradores llamó directamente a Paco Reyes, con quien tiene amistad, apoyándose el proyecto desde Diputación y trayendo a nuestra tierra este programa por un coste mínimo. Ha sido una fantástica ventana al exterior, por lo que no me duelen prendas en felicitar al artífice de esta gestión.

    El costo se ha repartido entre Diputación y Ayuntamiento. (Espero que el Ayuntamiento cumpla lo pactado y no salgamos en
    los papeles por no pagar, como con los archiconocidos casos del World Pádel Tour o de la Andalucía bike Race). Hay quien no entiende que se gaste un dinero para traer a nuestra tierra este tipo de eventos, pero yo tengo claro que para vender algo hay que ser visible, para
    que te busquen tienen que saber que existes. Tenemos que aprovechar la nueva tarjeta
    de presentación, ya que la anterior resultó
    ser un fiasco, porque no hay nada peor
    que invitar a alguien y que no se cumplan
    las expectativas, como nos ha pasado con el puñetero museo Íbero, que continua vacío
    de contenido, suscitando nefastos comentarios hacia nuestra ciudad de los que se van sintiéndose timados. Tenemos que cambiar
    el ánimo, que nos tiene atenazados sin dejarnos progresar, y aprovechar la actual coyuntura que está fomentando nuevos destinos
    turísticos, actuando con rapidez, pero sobre todo con realismo, porque como decía William George Ward “El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”.

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