Noventa y cinco por ciento

    24 ago 2022 / 16:00 H.
    Ver comentarios

    El sentimiento de traición es una sensación descorazonadora para el traicionado cuando es descubierta, que veleidosa juega con tu destino, elige el instante en que te invade la serenidad, o te la roba porque se arrellana presionando con el dedo en la llaga. La simple idea de comprender donde está el timón es inalcanzable, ingobernable. Las directrices te asaltan a conveniencia de él no sé qué cuando el 95 por ciento de nuestros pensamientos, estrellas y estrellados, son dirigidos por el subconsciente. Extraño e incomprensible el proceder de ese caprichoso director cimentado en su despacho automático del cerebro. Que levante la mano quien no haya sido acusado de tener genio en algún momento. El atrevimiento de una persona osada de ponerte en tu relativo sitio, instigan a quienes han dado un golpe en la mesa por tener una fuerte personalidad. Mientras, los autores de su santa voluntad, comentarios lenguaraces, mentiras emborrizadas en pestañeos sonrientes, campan a sus anchas impunes porque su verbo es total para ellos. La impunidad es una lucha que no duerme porque el subconsciente no lo permite mientras la respiración nos siga manteniendo vivos. Manejarnos es una utopía. Qué osadía la de manejar a terceros.

    Articulistas