Nombres y hombres

Los ayuntamientos tienen una política de reconocimientos en medallas, nombramientos, nominaciones de calles... Estos lo son a entidades, instituciones, colectivos, personas físicas (vivas o difuntas)... Es costumbre que me parece correcta, siempre y cuando no mediasen criterios demasiado partidistas, peregrinos, de oportunidad coyuntural, ideológicos o hasta chuscos por mero divertimento de graciosos (como el Chiquilicuatre para Eurovisión). Para evitar estos fallos o arbitrariedades se supone existe alguna normativa aprobada en el correspondiente pleno que se debiera conocer por la ciudadanía y no pudiese ser alterada por la Corporación de turno sin más ni más. Viendo las últimas iniciativas de mi Corporación al respecto de medallas o nombramientos, les pediría que obrasen con sentido de la medida y la ponderación; no solo atender peticiones de ciertos grupos tal vez escasamente representativos sino publicar las propuestas y someterlas a juicios de asociaciones vecinales, entidades locales, técnicos y personas de cierto nivel cultural. A principio de cada legislatura.