Noche
in albis

    28 abr 2020 / 16:26 H.
    Ver comentarios

    La situación se torna cansina. La noche se confunde con el día provocándonos un insomnio absurdo que no hace sino alargar aún más nuestro tedio. Paseos nocturnos de una habitación a otra cual fantasma de Canterville, arrastrando los pensamientos como eslabones de una cadena que analizan hasta el más mínimo detalle del pasado, del presente y de un deseado futuro. Es difícil ser constante en esta clausura impuesta, forzada, ajena a toda vocación, cuando nadie te aplaude por tus triunfos, cuando no eres el centro del salón de baile. Inquieto, empiezas a pensar si esto acabará, si vale la pena seguir con lo tuyo, estudiando, ordenando o quizás terminando esa nueva historia que querías contar... Es entonces, más que nunca, cuando se hace necesario darse ánimos y seguir confiando en uno mismo, a pesar de las noches en blanco, de la incertidumbre sobre el futuro y la certidumbre de los errores del pasado. Aprietas los dientes y piensas que, cuando menos lo esperes, ocurrirá algo bueno: una vacuna, un remedio, una musa... Un nuevo aliento en tu vida que te anime a seguir con tus sueños y te enseñe por fin a amarte a ti mismo. Y eso, como dijo Oscar Wilde, es el comienzo de una aventura que dura toda la vida.

    Articulistas