No está en nuestras manos
El polen del olivo está en el aire y vienen semanas duras, eso lo saben todos los alérgicos y también todos los políticos que visitan esta precampaña ligada al terruño. Los recortes o la defensa de la Política Agraria Comunitaria es el primer punto temático que llevan al atril, el asunto es cíclico como la propia alergia, conviene estar preparados.
El portavoz del PSOE en el Parlamento Andaluz, Mario Jiménez, marcó la línea del discurso socialista ante lo que consideran el enésimo agravio del PP a Andalucía y, en concreto, a Jaén. Cifran el “atraco” en 272 millones para la economía jiennense. El PP, por su parte, arremete contra la Junta por “electoralista” y por cocinar datos antes de que estén en su punto. Pesadilla en la cocina. Carlos Cabanas, secretario del Ministerio de Agricultura, reunido con las organizaciones agrarias, explicó la receta de un Gobierno en “stand by” y apuntó a la pérdida de agricultores para justificar la caída de fondos. Las cuentas bancarias de estos, en primera instancia, y la economía de entreguerras del otoño que vendrá dictarán nuestra dieta. El temido horizonte de 2014, el mundo en Jaén se acababa, era el “milenarismo olivarero” y, sin embargo, seguimos echando cuentas.
Mientras tanto, el caldero electoral sube de temperatura y los socialistas andaluces siguen el dedo que les marca su presidenta. Susana Díaz hará un último servicio a la causa de Pedro “El Guapo” y saca toda la artillería contra la “izquierda radical”. Bueno, quizá tildar de Gargamel a Podemos y Pitufo Gruñón a Izquierda Unida, como hizo Mario Jiménez, no sea retórica fina de Aristóteles, pero a renglón seguido arremetió contra Julio Anguita al que considera “resucitado de entre los muertos de plató en plató”. El Califa rojo está rejuvenecido, reconoce que la pócima Unidos Podemos le pone muchísimo, conocido es el escozor histórico que le causa todo lo que huela a PSOE. Pinza.
Lo que no cambia, sin duda, es la capacidad de meter ingredientes a la fuerza en los guisos jiennenses. La historia de diputados cuneros de la provincia es extensa y todos con el denominador común de pasar sin pena ni gloria por aquí. Un clásico. La nómina es profusa en esta provincia alejada del ruido y sumisa orgánicamente. Desde Landelino Lavilla (UCD) a Miguel Boyer, Rosa Conde... (PSOE), pasando por Eugenio Nasarre o Elvira Rodríguez (PP) y ahora para cerrar el “círculo” de Podemos, Diego Cañamero se perfila como candidato al Congreso por Jaén. Pablo Iglesias da todas su bendiciones, sostiene: “Es lo más razonable” y ya está, la fórmula funcionó antes y lo hace ahora con los nuevos tiempos, aquí y en la hermana Almería. Con Andrés Bódalo en la cárcel, el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), convierte al “campesino honrado” en el cabeza de cartel de Unidos Podemos. El campo manda.
En el otro terreno de juego, aquí en la capital, el alcalde Javier Márquez se multiplica para tapar todas las vías de agua de un plan para reflotar un Real Jaén que, sin embargo, vive amarrado a las puertas de una notaría. A la rúbrica siempre le falta un requisito para llegar a buen puerto: pasta. En eso anda el alcalde que, como tantos, no quiere pasar a la historia por cerrar un club histórico, pero con severos problemas a corto y largo plazo. Las opciones salvadoras, de una manera u otra, están ligadas a negocios de la construcción. La forzada salida de Rafael Teruel, y con las acciones recuperadas de Juan Miguel Hitos, allanaban el camino de la operación municipal, pero en el último momento las dudas de quien debía dar liquidez al engranaje dejaron a Juan Carlos Hidalgo en mitad de la calle. Ahora, el empresario Rafael Cabrera cobra fuerza para aumentar su porcentaje accionarial y sacar a la entidad del atolladero. El lunes, otra vez, habrá o no noticia. El tiempo apremia porque los jugadores tienen fecha para denunciar al club y el alcalde tiene que encomendarse al “salvador” porque el fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes. Valdano sentenció.