No es un derecho

Por lo visto el aborto en el imaginario colectivo ha dejado de ser algo malo y en su escalada de progreso transita la exención penal a la inculpabilidad, de ella a la tolerancia hasta constituirse en derecho subjetivo; confiemos que no se imponga su obligatoriedad. La vida en embrión es digna de respeto; es una obviedad constatada por la ciencia médica. La ley puede modular, eximir o justificar conductas, pero ni la Constitución atribuye a la madre un derecho sobre la vida del no nacido, que es un bien jurídico protegido ex art. 15. La ponencia de Enrique Arnaldo debatida por el TC —renovado— señalaba que “no existe un pretendido derecho a abortar sino un derecho a la salud sexual y reproductiva”, fue rechazada y ya hay ponente “progresista” para la sentencia que desde la pura ideología, abrirá la veda, dando paso a la ley de Zapatero e implícitamente al proyecto de Sánchez. Hasta Feijóo se apunta ahora a caballo ganador y lo acepta —por si los votos— pero que se enteren, que matar a un no nacido es un mal en sí mismo, que nadie tiene derecho a quitar la vida, diga el TC lo que diga, y no hace falta acudir a la religión sino aplicar los principios generales del derecho.