No es eso

Dicen que el amor lo cura todo pero que a nadie salva. No es eso lo que demuestran las estadísticas cuando se habla de maltrato y separaciones. Pero no voy a hablar del aspecto negativo que la decepción amorosa nos ofrece. El amor es algo más complejo y a su vez, simple, algo más puro e incluso más trascendental. Porque quizá hemos sabido instaurar el concepto pero no sabemos advertir con nuestros sentidos el eterno bálsamo del amor verdadero. Como borregos y autómatas, nos dejamos llevar por las normas que el sistema nos impone. Hay que enamorarse, hay que casarse, hay que tener hijos, hay... ¡Ay! Y como te salgas de eso, serás juzgado. Todo es como debe ser, si hace sentir bien a quienes corresponde. Depende de quienes se implican. A final todo depende del amor. Este nace para corresponderse y para crear. No destruye. Uno es libre de amar cómo desee y a quién desee, siempre y cuando sea constructiva esa unión. Ni contigo ni sin ti, canta Sabina. Pero no es eso. Eso no. Estar juntos, como decía Benedetti: “A pedazos, a ratos, a párpados, a sueños.” En las adversidades de la vida que nos limita. Encontrar el amor verdadero y ser correspondido por este, debe ser algo así como... Pero no, no es eso.