No al racismo

Estoy seguro que muchos de nosotros nos hemos preguntado de donde procedemos, curiosidad natural que difícilmente tiene una contestación acertada en esta tierra que, por suerte, nos ha tocado vivir. A veces he imaginado la posibilidad de que mi genética proceda de la nobleza castellana tan frecuente por estos lares desde el siglo XIII, quizás porque mi primer apellido sea “de la Torre”, o por aquello de que tengo dos apellidos, signo diferencial de los cristianos viejos, pero si le doy un repaso al resto de mis ocho primeros apellidos, los que conozco, estoy seguro de que no desciendo de aquellas nobles tierras. La conclusión es más fácil y para mi honrosa estirpe, venimos de la hermosa y rica mezcla de las tres culturas, árabe, judía y cristiana, y su resultado el pueblo andaluz con todas sus virtudes y todos sus defectos, pero respetuoso con los derechos humanos, la igualdad entre razas y la tolerancia. Ahora ha vuelto a morir otro hombre, Rayshard Brooks, de raza negra en EE UU a manos de la policía, esta vez a tiros no por obra de una rodilla asesina como la muerte de George Floyd. Me pregunto hasta donde va a llegar la estrategia política de Trump basada en el racismo, sembrando miedo en la población ante el diferente. Espero que aquí no sigamos su ejemplo.