Ver para creer

    24 jul 2023 / 09:09 H.
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    Contaba mi padre que cuando vio por primera vez una radio fue en la cantina de su pueblo. Entonces los niños como él incrédulos de que aquel aparato hablara por sí solo, corrían a la habitación de atrás del mostrador para comprobar que aquellas voces salían de ese invento. Ver para creer, leer e investigar para aprender y descubrir, estos son los impulsos que nos han llevado hasta el mundo de hoy. Ciencia, pensamiento, artes y mucho empeño por encontrar respuestas a todo lo que se presente siguen su curso en la lucha contra las enfermedades, la ignorancia y los faltos de mente y sin conciencia. Somos casi ocho mil millones de personas conviviendo en un maltratado planeta lleno de vergonzosas desigualdades, guerras, usura, odio e injusticias de todos los calibres, un mundo con demasiados problemas, pocas soluciones y menos futuro que un barco de arroz. Eso es innegable, como lo es la libertad de creer en lo inverosímil si te hace feliz y no le calientas la cabeza a nadie. Negar el nombre de las cosas para evadir una verdad incómoda e incuestionable no solo daña a la inteligencia también perjudica a la vista. Ver para creer, eso se aprende de niño.

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