Mujeres despechadas

    24 jul 2020 / 16:58 H.
    Ver comentarios

    Está comprobado que el género humano corrompe sus principios cuando tiene la posibilidad de hacer piruetas fraudulentas con el dinero que sustrae de lo fácil. Nací durante la dictadura franquista, crecí mientras un rey aleccionado ocupaba la jefatura de estado de España, y en la actualidad observo como las malas, pésimas y vergonzantes defensas del presunto fraude cometido durante 39 años por un “emérito”, se las achacan a una mujer despechada. ¡Qué peligro tienen las mujeres despechadas! Cuántos usos se da al género femenino para mantener a los hombres en un estatus misógino y “machocínico”. Madres, hijas, hermanas, esposas, cuñadas, amigas, amantes, prostitutas, despechadas para todo aquel varón que dejó de ser caballero desde sus comienzos. Sociedad incansablemente misógina desde los primitivos tiempos en que la primera mujer murió asesinada en una cueva “por un accidente”. El despecho es un sentimiento humano sin patrimonio que busca venganza por un daño sufrido; todo muy lícito pues en el amor no hay código, más bien impulsos que se transforman cuando se acaba, y ahí es donde parece ser que está el problema no en el supuesto fraude de millones que un rey le despojó a sus súbditos.

    Articulistas