Mucho humo
La política actual se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en una auténtica zorrera de humos. Un espacio irrespirable donde el humo lo inunda todo, para regocijo de quienes lo venden y trafican. Demasiado humo ideológico para disimular y oscurecer lo que verdaderamente interesa a los dirigentes públicos: los repartos de dineros y de poder. Escandaloso todo lo visto y vivido recientemente. ¿Se esfumaron por arte de magia las corruptelas que propiciaron la histórica moción de censura o simplemente cambiaron de bando o de banda? Ya se habla hoy de que rápidamente se instalaron en las mismísimas alcobas de la Moncloa. De ahí la aparición de las actuales “cortinas de humo”, con la ayuda inestimable de algunos medios informativos. ¿Se puede interpretar de otro modo la obsesiva y poco feminista campaña orquestada contra Ayuso? ¿No fue acaso Ábalos el gran muñidor de la histórica moción de censura que aupó al poder supremo a su jefe? ¿Por qué aparece totalmente exonerado de delitos ante los mayúsculos escándalos que lo salpican? ¡Sigue sacando pecho en el Congreso! ¡Ojalá las anunciadas y pactadas comisiones de investigación ayuden a regenerar la vida pública y no a pontificar el “y tú más”, que hoy nos invade! Sobran “vendehumos”. Falta honestidad.