Movida linarense
Pareciese que nuestra querida Linares viniere empeñada en vivir en el filo de la navaja, para colmo de sus males, como si no fuera poco el olvido y ninguneo provincial que ella misma encabeza desde hace demasiados e inaguantables años. Siquiera vender por unas cuantas indeterminadas migajas su identidad jiennense a provincias limítrofes le ha servido a su primer edil para sujetar el potro “entero” que es nuestro referente industrial. Allí nadie se anda con chiquitas, para lo bueno como para lo malo, y hace tiempo que casi no se adivina cuando es una cosa u otra. No ocultaré que los traidores a su provincia merecen escarmiento y su día de San Martín, pero también cabe decir que la moción de censura al actual equipo de gobierno municipal aún no ha sido explicada correctamente para que pueda ser comprendida, por tanto sin que se observe exactamente los beneficios que traerá, que puede que los haya, pero no se han concretado. Nuestro admirado pueblo con alma de gran ciudad, de valientes habitantes y valía indiscutible, mantiene su deprimido viaje sobre terrenos pantanosos, cuando podía ser, sin lugar a dudas, la locomotora que siempre fue de los andaluces de Jaén.