Mi pobre Andalucía

Conviene huir de la demagogia, del discurso político que sale de San Telmo. Sería incluso aconsejable no dejarse llevar por el ruido, acrecentado por una enorme difusión en los medios afines, Canal Sur a la cabeza, y pisar el suelo, la calle, ese donde la verdad no se puede maquillar ni esconder. Andalucía tiene 3.270.000 andaluces pobres o en riesgo de pobreza y en el extremo contrario 17.000 millonarios. Con estas crueles cifras sobre el tablero, nuestro querido presidente Moreno Bonilla tomó una primera gran medida, quitar impuestos a los que más tienen, unos 100 millones al año, sin pensar en absoluto en fortalecer los servicios públicos que son esenciales, imprescindibles, para los que apenas nada poseen. La pobreza no le interesa, ni vende entre los suyos, será por ello qué no veremos a Bonilla en las barriadas marginales de Linares o Sanlúcar de Barrameda y sí en las ferias capitalinas, paseando bajo los farolillos y acompañado de su cohorte de adeptos. Huir de las fotos junto a los sin nada, a los sin nombre, solo indica desapego, desafecto de la Andalucía real.