Mi gnomo sin nombre

    24 oct 2019 / 10:54 H.

    Me he comprado un gnomo por cuatro euros, mide diez centímetros, tiene sus manos a la espalda, es de resina y de color rosa desde sus botas hasta su gorro. Consulto en internet que son mágicos, que con el tiempo dan felicidad y que para ello he de ofrecerle mi amistad. Le cuento para ser su amiga que de pequeña veía la serie de David el gnomo y su mujer Lisa, y que aunque dijera que tenía siete veces más fuerza que tú, si se asustan mucho se pueden convertir en una seta. También leí algún cuento del escritor Will Hougeyn y del ilustrador Ron Poortvliet titulado “Los secretos de los gnomos” y ellos afirman que no fueron los autores sino todo lo escribió David el gnomo. Imagino que se hicieron amigos. Los gnomos mueren a los cuatrocientos años y viven en la nieve, en dunas, en la selva, en granjas, en casas, en jardines o en bosques. En su gorro de igual tamaño que su estatura guardan sus poderes ocultos, en su barba su sabiduría. Compruebo las botas de mi gnomo por si se le han gastado al ir a buscar monedas. Me cae bien mi gnomo porque sonríe y espero un día que me diga su nombre. ¿Tiene algún gnomo en casa? ¿Ya tiene nombre? Hágase su amigo, algún día nos contarán sus secretos.