Mes de octubre
Octubre es un sueño de ángeles que baten sus alas, custodian y guardan. Es una niña anhelando un encuentro de luz y de alegría. Es un poema de versos medievales cantándole a la transformación de un joven allá en la noche de Espoleto, ¿por qué sigues al siervo y no al Señor? O a un duque que vio la corrupción y abandonó el mundo para seguir un camino seguro. O el silencio de aquel que quiso tener una existencia eremítica y se abandona a escuchar el eco de la vida. Octubre es un rosario en flor, es oración entre las cuentas de un salterio de rosas, con su faz de azucena y labios de amapola. La estrella de Lepanto, del mar la soberana. Es un soliloquio entre Dios y el alma, o los prodigios de un santo entregado al Dios de la vida. O un Pilar al que una jota canta, donde nació el amor por ella, donde España se rinde a su dulzura, a la ternura de la suave fragancia, al leve susurrar que el Ebro le regala. Octubre es un verso entre moradas, caminos, encuentros, fundaciones... es un compás de místicas estrellas, de sonoros silencios, de poemas que nacieron de un alma que sentía a Dios palpitando en sus venas. Octubre es el color ocre con que se van pintando las hojas, o el anaranjado o amarillo que tienen en sus ramas los árboles caducos. Una vez más el otoño ha vuelto a las calles y plazas, a los jardines y paseos, a la vida diaria que ve transformarse el espacio vital donde habitamos. En octubre Jaén tiene sabor a feria, a casetas que bailan, a luces de portada, a colores que brillan por doquier, a atracciones donde soñar y notar ese gusanillo que late en nosotros cuando la altura y la velocidad se hacen visibles. San Lucas trae ese aire festivo con que se pinta, estos días, la ciudad del Santo Rostro. El Jabalcuz se ha vestido con un traje de luces y en su montera torera hasta el mismo sol reluce. Hay una canción jaenera de mulas y campanillas, de casetas y aceitunas... y de un castillo con luna que lo mira enamorada. Jaén de dulces sonrisas, Jaén de claros clarines, de música de capilla y rosas en los jardines. Por San Lucas hay un sueño que este año ha despertado, este año hay un beso entre los sueños soñado. Jaén vuelve a ver su feria, la primera de este sueño conquistado.