Mercado libre

No sé si ustedes habrán oído hablar de un tal Milei, candidato a la presidencia de Argentina, que ha quedado en segundo puesto en la primera vuelta de las elecciones. Es un populista que promete el cielo, aunque esto conlleve la destrucción de lo público, incluidas las escuelas y los hospitales. Y no culpo a los argentinos por agarrarse a este hierro candente, pues la situación económica del país hace que esté rozando la quiebra, con más de un 140% de inflación anual y un alto índice de pobreza, es una nación en situación permanente de crisis. Leo con asombro las propuestas de Milei, entre ellas un mercado libre para la venta de órganos, pues considera que cada persona puede decidir sobre su cuerpo. En esta línea, también ha planteado la compraventa de niños, de forma que las familias acomodadas puedan comprar a los hijos de las pobres. Por supuesto, se opone al aborto, supongo que para que haya más oferta de bebés en ese horrible mercado. Me estremezco solo de pensarlo, aunque soy consciente de que el tráfico de menores existe en muchos países, me parece repugnante que este individuo, al que se le llena la boca con la palabra libertad, lo proclame a los cuatro vientos y se quede tan tranquilo.