Mercadillos

Los mercadillos de venta ambulante en los municipios de Jaén van en alza, pasará en otras provincias, cada vez se ven más puestos con distintos vendedores nacionales y nacionalizados, con abundancia de géneros: frutas y hortalizas, embutidos y encurtidos, vestidos, zapatería, floristería, jardinería, deportes, estética, menaje, hogar, etc. Personas de todas las edades visitan el mercadillo, es un paseo divertido con miradas, saludos, toqueteo y menudeo. La aceptable calidad de los productos y sus asequibles precios entusiasman a los vecinos. Los vendedores llenan y vacían sus furgonetas de sus productos, resisten inclemencias, con ingresos imprevisibles, ahorran en gastos corrientes de locales, empleados, etc. con sus ayudantes familiares. El bullicio festivo del mercadillo semanal contrasta con el desolador cierre de tiendas y locales en el centro de ciudades y pueblos, comercio local arruinado por la abusiva fiscalidad contra los autónomos y la competencia desleal de grandes superficies y las millonarias ventas por internet. Los mercadillos son subterfugios provisionales a esa globalización mercantil que destruye el comercio nacional.