A menudo nos embarcamos en la aventura de conseguir un objetivo, ya sea personal o profesional. Planificamos qué vamos a hacer para conseguirlo e iniciamos este viaje en solitario. Por desgracia, el resultado más habitual suele ser no alcanzar lo que nos propusimos porque acabamos desistiendo durante el proceso. Ello se debe a que, en la mayoría de los casos, alcanzar una meta implica introducir cambios de calado en alguna parcela de nuestra vida, ya sea personal o profesional y esto, aunque pueda parecer lo contrario, no resulta sencillo, ya que nos obliga a cambiar hábitos fuertemente arraigados en nuestro día a día y a menudo alguna de nuestras creencias, sobre todo aquellas que están ahí, profundamente insertadas en nosotros, y de las que no siempre somos conscientes. Entender y asumir la importancia e incluso la necesidad de emprender esta aventura acompañado es clave. Contar con otros puntos de vista y recibir el apoyo necesario en los momentos difíciles, que sin duda llegarán, resulta fundamental para no abandonar el camino que nosotros mismos hemos trazado en su inicio. Como todo en la vida, raras veces estamos solos, y es importante ser conscientes que nuestro desarrollo, aunque en última instancia propio, siempre es relacional, no debemos pecar de adanismo, aunque a menudo sea lo que sucede. En este contexto, es vital encontrar el apoyo de una persona que nos acompañe y sea capaz de habilitar un espacio de confianza, conocimiento y experimentación adecuado, que nos ayude a afrontar cualquier decisión que tomemos, ya que sólo así seremos capaces de superar barreras, gestionar cambios y aprovechar oportunidades. Después de todo, no podemos perder de vista que los únicos responsables del camino que hemos decidido emprender seremos nosotros. Junto a este acompañamiento, asumir un férreo compromiso con nosotros mismos, con los objetivos que nos hemos marcado y las acciones que se derivan de ellos, será también pieza esencial para alcanzar el éxito en todo aquello que nos propongamos. No olvides que, si quieres llegar rápido, quizás sea mejor recorrer el camino solo, pero recuerda que, si quieres llegar lejos, lo mejor es ir acompañado.
