Mens sana

Si queremos encontrar patrones en nuestra estilo de vida, podemos acudir a las revistas de moda, a la televisión y a las redes sociales. Desde el peinado del futbolista hasta el destino turístico por excelencia, todo responde a una visión interesada de decirnos en qué debemos gastar el dinero. Me pregunto si también existen ese tipo de pautas en nuestra personalidad, si existen épocas más violentas porque se nos presentan noticias o películas que intentan alimentar arquetípicamente ciertos impulsos. Si bien la educación y la genética tienen un efecto fundamental en nosotros, no puedo evitar pensar que la mayor parte del tiempo no somos alguien, sino que estamos siendo de una determinada manera. Nuestra salud mental depende de factores esenciales como la estabilidad laboral, una adecuada socialización y, desde luego, de una salud física indisociable a la primera. Debemos buscar ayuda, si fuese necesario, para que nuestra estabilidad emocional no sea voluble como el mercado de valores, y para que nuestro bienestar mental dependa cada vez menos de hechos ajenos y más de la forma en la que decidimos afrontar lo que nos ocurre.