Menos consejos de patriotismo
Desde las altas esferas me aconsejan que pague mis impuestos y así demuestre que soy patriota. ¡Faltaría más! Creo que no nacemos hombres o mujeres, nacemos pagadores de impuestos. Patriota al máximo, por conciencia cívica y por sentido de la justicia. Lo que ya no me gusta es ser patriota de las tontas. Utilizo este adjetivo para diferenciarme del grupo donde están los listos que administran lo que pago en beneficio propio. Para describir lo que siento cada vez que escucho hablar de prevaricación, malversación y todo tipo de corrupción, o lo que es lo mismo, que me están engañando en mi propia cara los “patriotas” listos, para esto no hay suficientes adjetivos en el diccionario. Trabajamos medio año para Hacienda. Seguimos pagando impuestos cada vez que compramos, echamos gasoil o llega el recibo de la luz. Pronto nos cobrarán por respirar. Sesenta y nueve veces ha subido el gobierno los impuestos. Y a todo esto la educación es mejorable, las listas de espera en sanidad son más largas por falta de médicos o los trenes te pueden dejar tirado cuando vas a trabajar. ¡Y qué más da! Si el dinero público no es de nadie según algunos. Pues no, ese dinero es de esta patriota. Basta de listos.