Menores no acompañados
Llevamos decenios con la llamada “crisis de la inmigración”. Los jóvenes huyen de la pobreza y de la falta de futuro del Magreb y de África central buscando un paraíso material, que al final para la mayoría de ellos no lo es. La abundancia hace mucho más llevadera la existencia y eso deslumbra. El abandono de sus raíces y cultura apagará esa luz cien veces. Los partidos mayoritarios no pueden olvidar este tema de Estado. El acuerdo debe presidir los temas de la dignidad de los seres humanos y los derechos que le son inherentes. Son los asuntos de la fundación de la Unión Europea, de la Organización de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional. Que los partidos extremos digan tonterías, es comprensible, buscan electorado de forma permanente y populista. Es preocupante que no haya solidaridad con Canarias para acoger a los menores no acompañados. No por hipocresía. Sabemos que las bonitas palabras se acaban cuando esos menores cumplen los 18 años. Termina su formación en los centros, se les echa a la calle y a la desesperación. Esto hay que mejorarlo señores Nieto, Sanz y Marlaska, no es una obligación exclusiva de las ONG, va en su sueldo.