Mejor solas
Llega la Navidad y por desgracia seguimos hablando de violencia de género, de la necesidad de luchar contra las desigualdades, de paridad y justicia. Sin embargo apenas se habla de la enorme capacidad de la mujer, sea víctima o no, para demostrar cariño, apoyo, solidaridad y respeto por la persona amada. Será la educación o la herencia genética pero algunos hombres, mostrándose incapaces de expresar sus emociones, siguen queriendo hacia adentro, se limitan a recibir amor y les cuesta la misma vida expresar con palabras un “te quiero”, dejando a la mujer huérfana de cariño. Y eso también genera desigualdad y frustración. Las mujeres necesitamos que nos quieran hacia afuera. Por eso, cuando tanta entrega no reporte satisfacción ni felicidad alguna, tal vez sería un buen propósito de Año Nuevo enfocar ese amor hacia una misma, dejar de ser tan solícitas y abnegadas y exigir más, porque de lo contrario siempre será mejor estar solas que mal acompañadas.