Medias tintas

    04 jun 2021 / 10:02 H.
    Ver comentarios

    El conservadurismo de los poderes económicos, políticos y mediáticos de nuestro país calificó de frivolidad y acusó de radicales y extremistas a las izquierdas y a los verdes al proponer una serie de medidas contra la pandemia que incluían la suspensión de patentes en cuanto a las vacunas anti covid-19. Fueron las izquierdas —excepto el PSOE— las primeras fuerzas políticas que propusieron la suspensión de patentes; mientras que el partido mayoritario en el gobierno, el PSOE, al igual que el PP, Ciudadanos y Vox se opusieron.

    Cuando el trumpismo se está extendiendo por España no deja de ser preocupante que esa supuesta cautela del PSOE sea la que debilite la capacidad de movilización de la población a favor de los cambios que esa misma población requiere y exige. El PSOE se alineó con los poderes económicos, políticos y mediáticos, y con sus altruistas mecenas, que promueven soluciones que jamás tocarían las coordenadas del orden establecido, ese mismo que sí está siendo cuestionado por el creciente enfado popular. Mientras hablaban de movilizar recursos para detener la pandemia, todos ellos se oponían a la suspensión de las patentes de las empresas productoras de las vacunas que permitiría que pudieran producirse en todo el mundo para facilitar así el control de la pandemia, la recuperación económica y el bienestar de la población. El poder de los economistas neoliberales dentro del PSOE, el mismo partido que gobierna en coalición con Unidas Podemos, consiguió que este partido votara en el Parlamento Europeo, junto a Vox, PP y ciudadanos, en abril, en contra de suspender las patentes de las vacunas anti covid-19 provisionalmente durante la pandemia. La propuesta había sido presentada por el eurogrupo parlamentario de izquierda que incluye a Unidas Podemos y otros partidos a la izquierda del PSOE. Pero, nunca es tarde, si la dicha es buena; en el momento en el que el presidente de los EE UU, Biden, apoyó esta suspensión, nuestro presidente Sánchez cambió de posición y apoyó esta medida. Biden tiene claro que la mejor forma para frenar la expansión del trumpismo es tomar las medidas necesarias y de hondo calado para mejorar la calidad de vida de la mayoría de la población. La resistencia del PSOE a interferir en las políticas de mercado y su constante apoyo al principio de propiedad explican al inicio de la pandemia la falta de equipos de protección, de respiradores, de mascarillas. Además, de no querer redefinir el significado de su política industrial, con su arraigado subdesarrollo en cuanto a la inversión social. ¿Para qué quería un país producir tantos coches, si no había respiradores en los hospitales? ¿Para qué diseñar y confeccionar tantos vestidos de alta costura, si no había batas ni mascarillas para proteger a los ciudadanos? Nuestra gran y exitosa industria textil con sus magnates y mecenas debería haberse dedicado a fabricar mascarillas y material sanitario de forma masiva, por voluntad propia o del Estado, al menos provisionalmente, fabricándolos en nuestro país y creando empleo; en vez de producir vestidos de alta costura buscando salarios más bajos en otros países. Desde luego habría sido más patriótico y eficaz. Lo cierto es que fue un error no reorganizar la industria española y no aprender nada de aquella tremenda situación al comienzo de la pandemia. Se hubieran podido producir los equipamientos y las herramientas fundamentales para responder a la pandemia, tal como ha hecho la administración de Biden chocando frontalmente con el trumpismo imperante.

    Desde luego, el PSOE debería recuperar su vocación transformadora y no tenerle tanto temor a enfrentarse a los lobbies económicos, financieros y farmacéuticos que, como siempre, están impidiendo la aplicación de las políticas públicas imprescindibles para mejorar el bienestar de la mayoría de la población. Los graves problemas que ya teníamos y que han sido agudizados por la pandemia no pueden resolverse con medias tintas y sin un mayor intervencionismo del sector público para cubrir los enormes déficits sociales que están polarizando cada vez más nuestra sociedad.

    Articulistas