Me voy

Hoy voy a hablar de mí en este “Mi callejón” estival. Fui mal estudiante. De esos que se dejaba unas cuantas para septiembre sin excepción desde Sexto hasta COU. Luego lo entendí; en aulas de 48 alumnos el bueno tiraba sólo, pero el mediocre o malo, como era mi caso, se quedaba descolgado. Empecé la Universidad con muchas dudas por los malos resultados académicos que venía arrastrando desde niño. En Magisterio se obró el milagro. Mis resultados comenzaron a estar más en consonancia con el esfuerzo que yo realizaba. Me vine arriba y me matriculé en Pedagogía licenciándome en Ciencias de la Educación. Aprobé las oposiciones, por lo que con 23 años ya era Maestro en ejercicio. Por mí han pasado cientos de niños y niñas, y para mí no hay mayor satisfacción, que el reencuentro con ellos y el cariño que me demuestran cada vez que me ven. He sido tan feliz en este trabajo, que he ido a currar con ilusión hasta el último día del curso que acaba de terminar. En septiembre no volveré a las aulas. Dejo atrás más de 36 años de Maestro con la impresión de que acerté en mi elección profesional y con la certeza de que el esfuerzo, los malos momentos y todos los suspensos que acumulé en mi vida escolar merecieron la pena.