Me siento viejo

Es ahora cuando en verdad me siento. Y lo digo porque me doy cuenta de que ya hay cosas que no entiendo. Siempre he considerado como una virtud propia el tener facilidad para la empatía, para colocarme en el puesto de los otros y esforzarme en pensar como ellos. Si no llegar a aceptar completamente pensamientos o actitudes y conductas ajenas al menos buscar ciertas coincidencias y puntos de encuentro. Facilitar el diálogo y la convivencia. Pero es que ahora me es imposible llegar a ello. No entiendo ni comprendo la situación sobrevenida aunque la creo producto de años y años de equivocaciones ya arraigadas en varias generaciones, que eclosionan. No pretendo vueltas atrás regresivas, por mucho idealismo que trate de enmascarar sus carencias y defectos, pero sí el repensar para dar el golpe de timón que nos hace falta como sociedad, pues no solo la política hueca, rastrera o nefasta lo necesita, sino en todos los ámbitos y especialmente en el cívico-social. Irresponsabilidad generalizada y libertad para hacer lo que nos venga en gana, y mucha piel fina, eso es lo que hay. Felices fiestas y próspero año nuevo.