Me pido ser bruja

11 ene 2019 / 11:51 H.

Pues señores y señoras, yo ya lo he decidido. Necesito saber con urgencia a qué siglo retrocedemos, porque, pase lo que pase, está claro que del siglo XVII no vamos a avanzar. De modo que he decidido que me pido ser bruja. No hay más. El regreso al pasado en Andalucía daría risa si no fuera porque lo que realmente debe crear es miedo. Pérdida de derechos a cascoporro, pérdida de libertades, pérdida de dignidad para los ciudadanos y ciudadanas de “segunda clase”, para quienes no son blancos, españoles y hombres... Madre mía, que esto se nos ha ido de las manos, que si pensábamos que el heteropatriarcado iba siendo despojado de privilegios... ¡Zas!, toma, mil tazas de patriarcado más. Me pido ser bruja porque creo en que la involución de la democracia y de la ideología ha quedado reflejada en las últimas elecciones, donde una parte no votó porque “todos y todas son iguales” y otra parte apostó por un cambio sin leer los programas, tal y como dicen ahora. El tema está sobre la mesa. Las mujeres sabemos lo que se nos viene encima y no vamos a consentir un paso atrás en nuestras libertades, y por ello me declaro bruja, de esas que quemaban vivas porque pensaban y querían derechos. Simplemente, bruja.