¡Más difícil todavía!

La campaña de aceituna avanza sin apenas descanso, pues la lluvia poco apto
de presencia hace, ¡más quisiéramos parar por el agua!, pero no sólo esto, la falta de personal se nota en algunos tajos que ven el final más lejos, la pandemia, y sin olvidar los precios de la los combustibles y fertilizantes. El agricultor encara un final de recolección difícil, por lo anteriormente mencionado, y más que nunca es fundamental dejarse asesorar porqué, no es nada fácil enfrentarse a los tratamientos de prefloración con el estado vegetativo que presentan muchos olivares, sobre todo el secano que gran parte no se está recolectando, debido al tamaño del fruto. En relación al olivar de riego, ojo a los precios de la energía y atentos a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, si se podrá regar o no. Creo que nunca ha estado el escenario tan completo y los movimientos tan restringidos, por eso, cuando se decida mover ficha y pasar a realizar las tareas agrícolas hay que tener en cuenta muchos aspectos, de ahí la importancia de acompañar la experiencia del agricultor con los técnicos, y consensuar el trabajo de campo.