Más de cien pueblos

    14 oct 2022 / 16:55 H.
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    Quizás nuestro pueblo no fuera el más bonito del mundo, pero el olor de la tierra después de la lluvia era tan maravilloso que el mundo entero se sentía como una caricia”, refiere uno de los personajes de la novela “El asedio de Troya”, de Theodor Kallifatides (editado por Galaxia Gutemberg, 2020), mientras los aliados bombardeaban al batallón alemán que ocupaba su aldea en Grecia, y la maestra contaba la Ilíada a los seis chicos y la única chica de la escuela, Dimitra. Siempre hemos considerado la hermosura de nuestras sierras, pueblos y aldeas, y hemos conocido de todos ellos los más importantes por nuestro Diario JAÉN, en donde leemos, desde hace una treintena de años, las que ofrecían, no solo los mayores tesoros artísticos o arqueológicos, sino también de los más pequeños o aldeas, las sierras interminables, que no se acaban de conocer, quizás porque requieren más tiempo. Gracias a nuestra prensa, sin embargo, a sus reportajes, se convoca desde hace 34 años el concurso de redacción prensa-escuela de “Jóvenes Periodistas”, y participan asimismo en las aldeas de poco más de medio centenar de habitantes (Diario JAÉN de 28 de septiembre 2022), más de 50.000 kilómetros, se dice en el reportaje, que son recorridos cada año por los equipos de profesionales de esta prensa, y casi la totalidad de los centros educativos; talleres de prensa para estudiantes, profesores y adultos; asimismo, este Diario recorre la provincia con los seriales de reportajes “Tierra de viajes”, “Tierra de Aventura” y “Tierra de sabores”, con los grandes valores de la provincia; y desde 2015 se otorga por este Diario, el premio internacional de novela corta y posteriormente el internacional de poesía. Entre pueblos y aldeas son 13.498 kilómetros, nexo de caminos y culturas, tierras ocupadas en el tercero y el cuarto milenios antes de Jesucristo, y forman parte de Andalucía a fines de la Edad Media; antes, en época ibérica, poblada por oretanos y bastetanos al sur y el norte y el este, y turdetanos al oeste. Lo importante es reconocer en todas las celebraciones, ferias y procesiones, la interdependencia de todos los seres humanos en este Universo, el intercambio, la ayuda, para los avances de la historia, esto es, lo contrario de la ausencia del contacto humano, sin la que sería la amenaza de un final amargo, la depresión. “La peor guerra de todas. Griego contra griego, hermano contra hermano, padre contra hijo. La guerra de Troya no había hecho más que cambiar de nombre”. Sin esta complicidad, no podría haber triunfado la civilización. Ya se conoce desde antiguo su sentido social, desde el principio universal “sympathia o natural contagio”, traduce Cicerón, denotando la interdependencia de todos los seres del Universo. Se sabe la importancia de esta clase de afinidad. ¡Bien por todos los pueblos que siguen sus tradiciones de cualquier forma, a pesar y después de los tiempos difíciles, ofreciendo sus tesoros! En una guía reciente, publicada y ofrecida gratuitamente en este Diario las semanas pasadas, están algunos de los sitios con más riqueza histórica, cultural, comidas tradicionales, vinos de la tierra, carne de monte, repostería y vías verdes también.

    Los medios de comunicación ponen el Universo al alcance de todos. La alegría o el dolor, son importantes como otros elementos físicos, “el mundo de Dante, de Emerson, de Bergson o de G. E. Dale, es más dilatado que el de Mr Babbit” (Alexis Carrel), está más unido a las obras de arte, los monumentos, los amigos, los sabios, los artistas, los poetas o al heroísmo y a la renunciación o a levantarse contra la tecnología ciega, el aislamiento, la inseguridad y la ociosidad. El poder de la simpatía o el deseo aceptado por los individuos de no estar solos, de formar parte de la multitud, de disfrutar, deseosa de leer periódicos y revistas, saturada de propagandas comerciales y más atenta a los deportes. Todas estas actividades para el desarrollo intelectual y físico en colegios y Universidades, también son la fuerza mental y muscular, y han sido definitivas en el bienestar y la salud. Como los niños de la escuela en la novela de Kallifatides, escuchamos la historia, el bello y emocionante relato, que narró Homero, “que jamás había visto y, sin embargo, había descrito mejor que todos los que la habían presenciado”.

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