Más allá de la foto

Con excesiva frecuencia vemos en la televisión o en los periódicos a políticos, famosos o gente de renombre echándose fotos en inauguraciones, en encuentros de diferentes tipos, aquí cerca o en lugares lejanos... Instantáneas que en muchos casos se quedan en eso y no en la importancia que el acontecimiento deba tener. Vivimos en la sociedad de la foto, de la postura, del gesto para el recuerdo, de lo coleccionable. Preferimos dejar constancia de lo que vivimos y, sin embargo, estamos más pendientes de la expresión o la pose mostrada que de la experiencia que se desea guardar. Nos preocupa más aparentar la celebración que la vivencia que ésta suscita en nosotros. Más allá de la foto encontramos lo importante, el fundamento de dicha imagen. Debemos recuperar el sentido de lo que hacemos no por lo vendible que pueda ser sino por el valor que posee en sí mismo, sin necesidad de que deba ser útil. Lo que sentimos en el corazón no tiene valor instrumental para la sociedad pero, por el contrario, es radicalmente importante para las personas, posee un valor que nunca tendrá precio. Por esto es por lo que se hace necesario en nuestros días revalorizar la razón crítica y cordial.