Más ahorro energético
Una cosa que llamó poderosamente mi atención en un viaje por Centroeuropa a principios de siglo fue encontrarme los periódicos expuestos en algún sitio público con una hucha adosada para depositar el importe. Sin nadie que los vigilara. ¿Qué pasaría en España?, me preguntaba. Saco esto a colación porque, con relación al ahorro energético de mi anterior artículo, el Gobierno ha decretado otra serie de medidas dirigidas a prácticamente todos los sectores de la vida, bajo el título de “Más Seguridad Energética”. Es un compendio de normas, a modo de las que publicaría una revista especializada y veraz, por el soporte científico que la acredita, que de ponerlas en práctica supondrían un ahorro importante en todos los sentidos. Y me ha asombrado que, viniendo de un Gobierno, ninguna es de obligado cumplimiento. Por el momento..., dejaba la posibilidad de cambio la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en su presentación. Ahí están expuestas, como los periódicos. El reto es cumplir con la obligación sin que nadie nos vigile. Vamos cambiando, qué duda cabe, pero soy escéptico y no sé hasta qué punto seremos capaces de adoptarlas en nuestras formas de vida obligadamente cambiantes. Desde luego, esta fórmula, confiando en la madurez social del ciudadano, es adecuada, o casi única en cuanto a lo que en la intimidad de nuestros hogares suceda. Por si no, y dado que por aquí no somos muy de lectura, convendría poner en marcha de inmediato el apartado del decreto referido a la concienciación ciudadana con campañas televisivas o folletos con mensajes escuetos y gráficos que se puedan intercambiar por internet, que es lo que más nos llega. Todas son muy interesantes, pero resalto la de apoyo al autoconsumo de electricidad potenciando con ayudas el cambio a las renovables. En Jaén, en Andalucía, tenemos muchas horas de sol y definitivamente hay que apostar por ese tipo de energía. Y hay otra, polémica, de la que quedo expectante sobre cómo se lleva a cabo: la de establecer comparaciones entre los consumos del entorno, por cuanto habrá que hilar muy fino para preservar el anonimato salvaguardando la protección de datos.