Marrakech tiembla llorando

El diccionario de la Real Academia entiende por plaga la “calamidad grande que aflige a un pueblo”, y me estoy refiriendo a las que arrasaron según cuenta el Antiguo Testamento. Pues bien, según el National Geographic, un grupo de investigadores ha encontrado evidencias científicas que creen que estos desastres pudieron ser la consecuencia de una cadena de fenómenos naturales provocados por cambios en el clima que cambió repentinamente pasando de temperaturas extremas, y gran sequía a fuertes tormentas, lluvias torrenciales e inundaciones. ¿Se están reproduciendo de algún modo aquella historia bíblica? Más importante que el ya cansino beso no consentido, los pactos electorales o el mundo del famoseo con lo que nos intentan distraer, son ahora mismo una oleada de violencia de género con demasiadas mujeres asesinadas, unas inundaciones que se han llevado varias vidas, y ahora un terremoto inesperado con devastadoras consecuencias principalmente las más de 2.000 personas fallecida que ha dejado por el momento y los daños en un espacio Patrimonio inmaterial de la Humanidad, y el dolor de todos los marroquíes que han perdido a sus queridos familiares y amigos.