Marionetas de las redes sociales
Acabamos de estrenar el año que completa el primer cuarto del siglo XXI, quizás el que dará paso a una nueva era en la que la inteligencia artificial cambiará para siempre nuestras vidas. A los que nacimos en el siglo pasado todavía nos siguen asombrando los avances tecnológicos que se han producido en los últimos treinta años. La llegada de internet nos introdujo en un mundo globalizado y nos acercó a cualquier lugar del planeta en escasos segundos. Después llegaron los teléfonos inteligentes, que se han convertido en una extensión de nuestro cuerpo. Hemos visto desaparecer la máquina de escribir y el fax, tan necesarios en las oficinas hasta no hace tanto. Parece ser que el papel también tiene los días contados, nos encaminamos hacia una administración electrónica. Nos asomamos a una realidad incierta, en la cual es difícil discernir entre lo real y lo creado por la IA, en la que se perderán muchos puestos de trabajo y se crearán otros nuevos, que aún no podemos ni imaginar. En este nuevo universo donde la verdad y la ficción parecen tener el mismo valor para encaminar nuestras decisiones, nuestros hábitos de consumo o nuestro voto, debemos ser más cuidadosos que nunca para no convertirnos en marionetas de las redes sociales.