Con la obra “Mar de Alborán: antología de la poesía contemporánea andaluza y marroquí”, editada por la Fundación Málaga más cultura, con su número 25 de la colección las 4 estaciones, la historia se ha encargado de legitimar los estados y sus fronteras. Esta región es el denominado continente sentimental, aquel en el que se encuentran, entrecruzan e hibridan culturas, lenguas o creencias. Es lo que ocurre en la demarcación de esa frontera imaginaria que inicia el recorrido en Andalucía para navegar, a través del Estrecho de Gibraltar, hasta alcanzar la región septentrional africana, actuales demarcaciones de Marruecos y Andalucía. Amalgamado por lo bereber, lo hispanovisigodo, lo árabe, lo sefardí y lo andalusí ha constituido, secularmente, un marco de incomparable valor, un crisol multicultural que ha sabido germinar de manera proteica, en conocimientos tan dispares como la ciencia, la filosofía o la literatura. Un territorio que en lo creativo no conoce de límites o separaciones, donde, según los postulados del escritor hispano magrebí Farid Othman-Bentria Ramos, la cultura, y no la nacionalidad conforman el ser literario de esta antología.
