Madres de Paz

    11 jun 2019 / 12:13 H.

    Año 1914. Año negro para la provincia. Europa está en guerra: Los capitales y los ingenieros alemanes, ingleses y franceses abandonan las minas. España, en guerra con Marruecos, hasta 1927. Queremos sus minas de hierro, mientras, las nuestras de plomo languidecen. Las vendimos al extranjero. Los mineros, a miles, parados. El Gobierno decide emplearlos construyendo la línea férrea Puertollano-La Carolina. No pasó del papel. Los jóvenes, a la guerra del Rif. Salvo que tuvieran 6.000 reales. El jornal semanal, 10 reales. Plata o plomo. Las madres se sublevan. Los ricos en casa y los pobres a morir por España y por el fierro. Un minoritario e incipiente PSOE decide, algo novedoso, recoger firmas para presentar al Gobierno. 5 mujeres carolinenses, 5 madres, consiguen lo imposible: Recopilar 2.318 rúbricas de un pueblo que agoniza. Hay casi el triple de parados de ese total por dos guerras que les eran ajenas. Menos del 1% de la suma nacional. Lo habían logrado cinco madres pacifistas: Emilia Alcalá, Carmen Barragán, Antonia López, Rosario Rodríguez y Prudencia Vidal. Papeles, al fin, manchados de la sangre de cien mil. Sin perdón.