Machado y “La Agonía”
Tuve el privilegio impagable y agradecido de corregir un libro del director de Diario JAÉN, porque de agradecidos es ser bien nacidos, además de escritor y cronista oficial de esta capital, José Chamorro Lozano sobre la estancia de Antonio Machado en Baeza, como profesor de Francés en el Instituto General y Técnico de este pueblo, ahora llamado Santísima Trinidad, y en el que tomó posesión de la Cátedra de Lengua Francesa en noviembre de 1912. En este libro, anécdotas y otros pormenores interesantes del profesor sevillano se sucedían a través de sus periodísticas páginas. Recién llegado el gran poeta a la ciudad tres veces milenaria de Baeza, preguntó en el instituto por el conserje, con el fin de encontrar estancia y aposento. Le respondió un empleado que el conserje estaba en “La Agonía”. Don Antonio enmudeció por momentos, y no le salían las palabras para mostrar sus condolencias. El funcionario le aclaró que “La Agonía” era el casino de Baeza. Roto el entuerto, el profesor se desprendió de los temores más alarmantes. Avisaron al conserje y éste le buscó una estancia. Desde entonces, nuestro admirado poeta, sus paseos por las murallas no cejaron. De ahí su poema de olivos y los cortijos blancos así como de su entorno histórico. Como escribo sobre Baeza, diré que el Albaicín Granadino se debe a los moros de Baeza, después de la toma de la ciudad por Fernando III.